sábado, 4 de agosto de 2012

15 años de escenarios y canciones


Cuando a los 13 años, con toda la timidez pisó el escenario de Cosquín, Abel Pintos sabía perfectamente qué quería hacer con su carrera. En ese entonces, tenía el aspecto de un niño pero la fuerza de un gran artista. Enfrentó grandes escenarios con un repertorio que incluía temas de Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune, León Gieco y Víctor Heredia entre otros importantes referentes de la música popular.
De esa vez pasaron 15 años y Abel Pintos, naturalmente, pegó el estirón, en todo sentido y hoy es uno de los grandes músicos de la escena nacional. Su estilo tan propio a la hora de cantar se trasladó a la composición y con menos de 25 años ya había compuesto "Sueño dorado" la canción que nombra hoy a su último trabajo: un CD y DVD que en poco tiempo se convirtió en disco de oro.
A lo largo de su carrera recibió doce reconocimientos, entre premios, distinciones y menciones. Él destaca como más importante el que recibió durante 2008 de consagración en el Festival de Cosquín y el de mejor intérprete en el Festival de la Canción de Viña del Mar.
Mucha vida para un chico de 28 años, sin embargo, Pintos todavía siente que tiene un mundo por descubrir. Cada vez más seguro y con más certezas en lo profesional, dice que su disco anterior Revolución lo marcó por eso, planteó que Sueños dorados, sea un nuevo arranque.

–Después de este DVD y el recorrido necesario por los años, ¿qué tuviste que replantearte?
–Nunca tuve presiones en mi carrera porque siempre grabé discos que identifican de una forma muy clara una etapa de mi vida. Por eso pude reversionar mis canciones con facilidad, porque ya no necesitaba contar lo mismo que conté en su momento en otra etapa, necesitaba contar con esas canciones lo que me pasa en esta etapa. El haberlo manejado así, generó un orden del que hoy me siento muy orgulloso. Hoy escucho los discos y me pueden gustar más o menos pero hablan de mí realmente.
–Comenzaste de joven y decís que las cosas que tenías para cantar tenían que ver con vos, ¿cómo te armaste esa plataforma?
–Siempre tuve referentes dentro de la música cuya lección principal, desde su obra, es la universalidad de la música. De forma casual o no, mis ídolos son artistas muy eclécticos, puedo hablar de León como de Mercedes Sosa como fundamental, de Sting, de Nirvana, de Metallica, de Divididos, de Larralde de Alberto Merlo, de Yupanqui de Daniel Toro. Personajes que hicieron de la música algo universal, nunca se encerraron en una etiqueta determinada. Artistas como Larralde o Yupanqui, desde las letras, desde lo que dicen siempre abrieron el juego, hablaron de cosas universales no de cosas chiquitas, eso fue un legado muy importante para mí, porque eso me permitió no tener miedos ni prejuicios a la hora de jugar con la música. Eso por un lado, y por otro lado toda la gente que me acompañó me brindó apoyo, siempre me respetaron no sólo mis decisiones sino fundamentalmente mis tiempos. Con 28 años hoy tengo una energía y una forma más intempestiva para afrontar las cosas y siento que puedo cargar y llevar adelante un montón de cosas, pero a los 15 años esto no era así, llevaba adelante lo que podía.
–Revolución, tu disco anterior marcó otra etapa en la carrera, ¿te llamó la atención que haya pegado tanto?
–No, porque no es algo nuevo. Aporté cosas muy nuevas al género pero no es nada nuevo que el público esté abierto a estos cambios, porque si hacemos memoria de unos 20 años para atrás, tenemos a un MPA que quebró los moldes en absoluto y recibió el apoyo del público, y si vas 40 o 50 años atrás, te vas a unos Nombradores, que también cambiaron los moldes. Me parece que eso pasa porque el folklore tiene el eclecticismo de lo popular, por eso es el saber popular.
–¿Cómo es el trabajo compositivo, de qué cosas te nutrís?
–Escribo desde un lugar muy emocional desde lo que me pasa espiritual y mentalmente; escribo mucho sobre lo que siento, pienso u opino . No me siento a escribir canciones, escribo cuando las canciones piden salir, por eso salen desde un lugar tan visceral. Me sirve mucho ser un lector tan intenso porque tengo un vocabulario bastante amplio y muchas herramientas que sirven para mostrar lo que viene desde un lugar inmaterial y traerlo al mundo material. Trato de estar muy atento a cada momento, a cada cosa que vivo, trato de llegar a esa esencia desde donde explota toda la felicidad. Además, trabajo mucho con la introspección y estoy atento a las cosas que necesito.
–Cada año salen muchos grupos de folklore y a veces da la sensación de que estas cosas que mencionás no están claras, ¿lo percibís así?
–Creo que cada persona que se expresa a través del arte de alguna u otra manera intenta canalizar sentimiento o cosas muy profundas. Los caminos que se utilicen para que eso llegue a otra persona son muy diversos y cada uno los elige vaya a uno a saber desde qué concepto. No hay un camino correcto ni uno incorrecto, uno toma un camino y va aprendiendo.
–¿Tiene que ver la mayor vinculación que tiene ahora la música popular con los medios?
–Pienso que en todas las épocas hubo distintas formas y distintos tipos de exposiciones. Si bien hoy un músico folklórico puede tener más exposición en la televisión como no la tenía en otra época, Soledad es la única cantante folklórica en los últimos 30 años que fue parte de una pantalla de cine. Cuando en una época todos los artistas folklóricos tenían su película o participaban de alguna, el cine en ese momento era la vidriera de exposición. Todos los tiempos tienen su forma, lo importante es que haya lugares de difusión y de expresión independientemente de cuáles sean.

–¿Recibiste convocatorias para la televisión o para una película? ¿Te interesaría?
–Para el cine sí me han hecho propuestas. La primera que acepté fue la de poner la voz a un personaje de una película de dibujos animados en Cuentos de la selva. Lo hice, porque los directores querían que hablara como yo hablo, no es que tenía que actuar. Me gustaba llegar a los chicos con el mensaje de los textos de Horacio Quiroga. Para poder actuar en el cine, creo que necesito estar más preparado, me gustaría hacerlo bien para mostrar respeto a esa profesión que es tan compleja como lo es la música.
–¿Cómo te sentís ahora arriba del escenario?
–Siempre fue un lugar muy cómodo para mí, he aprendido a ordenar bien las emociones en el escenario. Los seres humanos maduramos cuando sabemos medir las emociones, sabemos hasta dónde llevar la euforia, la tristeza. Cuando era chico, salía al escenario como si fuera un potrero, salía desbocado prácticamente. También tenía que ver con la edad. Cuando fui creciendo fui entendiendo las cosas de otra manera, y hoy soy una persona muy pasional y esto está en el escenario y en mi vida. No tengo problemas en hacer un set intimista y generar un silencio absoluto. Soy un tipo muy libre en ese sentido, pero sé de qué forma hacerlo más ordenadamente y que sea más claro. Me siento muy feliz arriba del escenario. «

recorrido artístico
Canciones y momentos. Sueño dorado es un CD y DVD, compuesto por 12 temas donde hay un repaso de las distintas etapas de su carrera como autor y como intérprete en un set donde se combinan sonidos acústicos, folklóricos y electrónicos. Este trabajo fue coproducido por el propio Abel Pintos y el productor y músico Juan Blas Caballero. Fue grabado íntegramente en HD con seis cámaras –en tiempo real– utilizando la luz natural del sol. El equipo técnico tuvo a más de 50 personas y la grabación contó con el apoyo de la comunidad indígena de los Quilmes. Sueño dorado será parte de una gira por las provincias que se lanzó en Córdoba, y el 28 y 29 de septiembre se presentará en el Teatro Ópera. A una semana de su salida, se convirtió en disco de oro.

la canción homenaje
El tema que abre el nuevo disco de Abel Pintos es una composición de Gustavo Cerati que fue grabada en su último disco Fuerza natural. “Desde los 11 años que empecé con la música siempre interpreté a otros autores. Por eso, cuando encaré este proyecto comencé a pensar cómo cubrir mi carrera a través de todos esos otros músicos. Y la verdad es que Cerati es fundamental en mi carrera. Por el lugar y por la canción, “Cactus” era lo que podía interpretar. En un estudio jamás me hubiera atrevido a hacer esta canción”, comenta el cantante.

Desde Tucumán
EL LUGAR INDICADO. Pintos tenía en mente plasmar sus 15 años en la música de una manera distinta. “No queríamos hacer un concierto con un montón de público y ya, así que dijimos vayamos hacia el otro extremo, vayamos para la naturaleza y que el público del concierto sea el del DVD”, cuenta que decidió en ese momento.
Pero no siempre la naturaleza puede ser generosa y a la hora de pensar un trabajo de estas características, había que tener en cuenta demasiadas cuestiones climáticas. “Grabar en medio de la naturaleza no es nada fácil, sobre todo por cuestiones técnicas. No tiene que correr viento, no tiene que llover… Empezamos a buscar y de repente me acordé de la Ciudad Sagrada de los indios Quilmes, que está en la zona de los valles en Tucumán donde también grabó Jauría y lo propuse. Lo conocí hace 14 años, así que cerraba por todos lados. Es además un lugar en el que llueve dos veces al año, es difícil que corra viento y lo mejor de todo es que contamos con el apoyo inmediato de la gente del pueblo. Ellos nos ayudaron a llegar técnicamente para poder grabar perfecto”, explica el músico.


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