viernes, 11 de enero de 2013
Jesús María 2013: Con León Gieco y Abel Pintos, primer lleno total
León Gieco y Abel Pintos militan el folklore cercano al pop y al rock, pero lograron sumar suficientes espectadores para el primer lleno total de la 48ª edición del Festival de Doma y Folklore, por encima de las noches de Jorge Rojas, Los Tekis y el Chaqueño Palavecino.
En la séptima noche, el festival ensayó un enroque de figuras en el tándem Gieco–Pintos y le cedió a este último el cierre para la trasmisión televisiva y la posibilidad de que la juventud se adueñe de la noche, en otra jornada con un calor sofocante y húmedo, pero sumamente festivo.
La temperatura en el campeonato de jineteadas sigue alta porque ninguno quiere quedarse afuera y la pelea por la punta es monumental. El único que parecía haber sacado una pequeña luz de ventaja era en la categoría Crina limpia el actual campeón Ricardo Pucheta que aventajaba por 13 puntos al segundo. Había que ver cómo le iba con el reservado "El Intocable" de Vega, antes de declarar que el bicampeonato estaba casi asegurado. En Gurupa y Bastos, escasos puntos separan a los líderes y está todo por verse.
La apertura fue de León, que subió a tocar a las 21.13 cuando las plateas no estaban llenas para desandar todo su repertorio folk. Clásicos como El fantasma de Canterville, La colina de la vida, En el país de la libertad, y una monumental versión de Malas condiciones. En tevé se dedicó a los temas del multipremiado El desembarco para terminar con Pensar en nada, El ángel de la bicicleta, y De igual a igual y llevarse la primera ovación.
Abel, la gran estrella. Pintos fue el encargado de cerrar la jornada (quien lo hubiera dicho hace algunos años, tocar después de su propio padrino León) para el delirio de su enorme grupo femenino de fans que no pararon de corear su nombre y en especial las letras de las canciones. En el player, mirá un fragmento del show.
Con el corte de entradas, el orden de las noches en cantidad de convocatoria queda así:
1- Jueves con León Gieco y Abel Pintos: 18.500
2- Sábado con Jorge Rojas: 14.500
3- Lunes con Los Tekis y Facundo Toro: 13.500
4- Martes con el Chaqueño Palavecino: 13.000
5- Miércoles con Cacho Buenaventura: 9.900 entradas.
6- Domigno con Piñón Fijo: 8.700
7- Noche inaugural del viernres: 7.800
Abel Pintos, el nuevo dueño de los suspiros femeninos
Amparado en su versión como compositor y eligiendo los mejor de sus discos Sueño dorado (2012), Reevolución (2010), y La Llave(2007), Abel Pintos de despachó ante la multitud en Jesús María con un show de una hora y cuarenta minutos durante la madrugada del viernes donde no faltó ni un solo suspiro femenino.
Y para que no hubiese dudas sobre su posicionamiento entre esas preferencias, las chicas cantaron y corearon desde el minuto uno cuando arrancó con la seguidilla Quién pudiera, El beso/quisiera, yLa llave en el menos eléctrico de los formatos que puede presentar Pintos. Es el nuevo crooner de la canción romántica que no escatima ternura en sus versos y pone los dedos en V para declararse en paz, amor, y amparado en su fe en Dios.
Además logró colar en las preferencias del nuevo cancionero folk algunos temas que podrían encuadrar en el ítem “una que sepamos todos”. Es el caso de No me olvides, Bella Flor, Tu voz, Sin principio ni final, o Revolución que sirvieron para dejar sentado que, además de una voz increíble, hay repertorio y mucho trabajo a lo largo de la última década.
jueves, 10 de enero de 2013
” Abel” deslumbró a unos 5.000 Malargüinos
Abel pintos;Para unas 5.000 personas, se subió al escenario “Asencio Villar”, y generó una “revolución” durante una hora y media de show, en lo que se constituyó hasta el momento, en el show de mayor convocatoria de esta edición de la Fiesta, el bahiense hizo un repaso por su nuevo disco, “revolución”, con “canciones de Amor” tal cómo él mismo lo definió hizo no me olvides y Aventura, entre otras nuevas canciones.
Además de temas clásicos Pintos, demostró por qué hoy es una de las mejores voces de la música popular argentina.
ya en la conferencia de prensa previa había mostrado un grado de relajación que trasladó luego al escenario, simple, sencillo dejó una impresion que sólo da la” buena gente”.
Por otra parte el extenso show, también tuvo momentos de mucha energía como cuándo sobre el final interpretó “Aleluya” de León Gieco, una canción que requiere una potencia interpretativa que sólo Abel Pintos y sus impecables músicos tienen.



miércoles, 9 de enero de 2013
Entrevista con Abel Pintos, que canta esta noche en Malargüe
Decir que la temporada de festivales de verano se viene con todo tiene otro tenor si hablamos de Abel Pintos. El músico nacido en Bahía Blanca, Buenos Aires, dará 50 recitales en dos meses y medio. De lejos, parece una labor titánica, pero para él no es más que la tarea para la que se preparó toda su vida.
Dispuesto deleitar con su voz y carisma esta noche en la Fiesta Nacional del Chivo, en Malargüe, el músico nos atiende desde las oficinas de la productora Dharma, en Buenos Aires, y brinda una charla amena sobre su presente y nuevo el año. En 2013 quiere grabar un nuevo disco y volver a salir de gira.
Pero a medida que transcurre la conversación, es igual de interesante escucharlo hablar de todo lo que quiere hacer a futuro. Entre sus proyectos están actuar, producir a otros músicos y hasta escribir un libro, aunque si hay algo que Abel Pintos entiende es eso de no apurar el presente y por ello repite con calma: “Más adelante, cuando tenga el tiempo, lo haré”.
Sorprende su mentalidad en una época en la muchos buscan conquistarlo todo ya, en “cinco minutos de fama”.
El hit prestado: Cactus
–Tuviste un año excelente en lo profesional. ¿Te sorprendió la rotación que tuvo en las radios Cactus? Porque todavía sigue sonando...
–La verdad que sí, porque después de muchos años usé una canción que no era mía como corte de difusión de un disco. Para un artista, el corte de difusión es algo muy significativo porque es la carta de presentación de lo que después resulta el resto del disco. Hacía varios años que esa canción siempre era de mi autoría, pero poder crear de una canción de otro autor un clásico propio es muy difícil. Por eso me sorprendió y me puso muy contento lo que pasó con Cactus.
–¿Te quedó el gustito por hacer otro disco con canciones de otros artistas? Porque debe haber muchas canciones que te gustan y que te encantaría grabar...
–No me quedó como materia pendiente porque cuando empiezo a pensar en un disco, compongo canciones porque puedo hacerlo y a veces, siento que hay canciones de otros autores que pueden complementar el mensaje que mis canciones apuntan a transmitir. Cuando pasa eso, simplemente la elijo y la interpreto. Ahora estoy componiendo y es lo que me gusta.
Armar las valijas para la ruta
–Estás embarcado en una gira muy fuerte hasta marzo, ¿cómo te preparás para dejar tu casa y salir a la ruta?
–Cuando se trata de giras muy largas como esta o como la que viví con Sueño dorado, siempre tengo una preparación física y vocal muy intensa, porque canto muchos días seguidos y tengo que estar preparado. En este caso, entre enero y marzo, vamos a hacer 50 conciertos, entonces entre los shows y los viajes tengo que prepararme. De hecho, la preparación física es muy cercana a la que realiza un deportista frente a un evento importante. Trabajo con nutricionistas, gente que se encarga de que haga deporte y gente que me ayuda en lo vocal. También trabajo lo espiritual, porque somos un todo y frente a tanta intensidad, tengo que tratar de estar preparado lo mejor posible.
–¿Cuando salís de gira, qué es lo que no puede faltar en tu valija?
–Libros.
–¿Y esta vez cuáles elegiste?
–Como en esta gira hago algunos shows, vuelvo a Buenos Aires dos o tres días y después vuelvo a salir, ando llevando de a dos. Los últimos dos que leí fueron De qué hablo cuando hablo de correr y Tokio Blues. Ahora, cuando salga de nuevo, antes de armar la valija, tendré que ponerme a elegir otros de la biblioteca.
–Siendo que sos un ávido lector, ¿has pensando en escribir un libro?
–Me encantaría realmente y alguna vez seguro lo voy a hacer, pero necesitás tiempo para eso. De hecho, en De qué hablo cuando hablo de correr se hace un puente entre lo que es la preparación física antes de una maratón con la preparación previa para escribir un libro. Sé que hoy no tengo ese tiempo disponible, pero alguna vez cumpliré esa fantasía.
Es tiempo sólo del nuevo disco
–Estás embarcado en la preproducción del sucesor de Sueño dorado...
–Tenemos pensando editarlo cerca de octubre de este año. Entre abril y agosto no voy a dar recitales, voy a tomarme un mes y medio para descansar y después empezaré a grabar el disco nuevo. Por ahora, estamos pensando en las canciones y el mensaje.
–¿Te proponés algo en particular con este nuevo trabajo?
–Va a ser un disco que va a marcar cosas nuevas y tiene como propósito seguir sorprendiendo tanto al público como a mí mismo, tanto en los conceptos musicales, como líricos y de interpretación.
–Hace un tiempo dijiste que te gustaría actuar, ¿te llegaron propuestas?
–Sí, he tenido propuestas, pero creo que a cada cosa que quiero desarrollar, quiero dedicarle su tiempo, no hacerla porque sí nada más. No me gusta correr porque sé caminar (risas). Prefiero hacer las cosas con tiempo y hacer algo que esté a la altura de la circunstancias.
–También dijiste que tenías ganas de profundizar la faceta de productor musical, ¿has podido?
–Sí. Estoy encaminado y te repito, estoy buscando los tiempos. No estoy abocado a ningún proyecto, pero sí estoy recibiendo cosas y ofreciendo consejos a músicos que conozco, que admiro mucho y que tienen la amabilidad de contar conmigo a la hora de cerrar ciertas decisiones.
–Incluso, tenías la idea de trabajar con un mendocino, Sebastián Garay...
–Sí. Seguro que en algún momento vamos a hacer algo juntos. Algún día voy a estar del otro lado de la pecera o del otro lado del disco con él porque es un artista que admiro mucho y que, creo, tiene mucho potencial para desarrollar.
–Veo que la palabra clave en tu vida es “tiempo”. Te gustaría tener más tiempo para hacer todo lo que querés...
–No es que busque tiempo, sino que entiendo a qué cosas le quiero dedicar tiempo y cuándo. Porque no considero que haya más tiempo que el que estamos compartiendo vos y yo en este momento. No quiero acaparar tiempo hacia adelante.
–¿Qué música estás escuchando?
–Estoy disfrutando mucho de los discos solistas de Mark Knopfler, el cantante de Dire Straits, y estoy encantado. Además, estoy escuchando mucha música country, como Crosby, Still & Nash. Estoy descubriendo a Paul McCartney en su etapa solista y a Prince. Estoy conociendo cosas clásicas, que yo no había escuchado.
El soltero más codiciado
–Bueno, vamos a lo importante. ¿Cuándo te vas a ponerte de novio?
–(Risas) Todavía no.
–¿Si te pusieras de novio, se lo dirías a una periodista?
–Sí. Siempre digo lo mismo: voy a hablar de mi vida privada en ese sentido el día que yo sienta que he transcurrido un tiempo prudente al lado de una persona de la que yo pueda hablar como parte de mi vida. En definitiva, soy joven y vivo muchas experiencias y aprendo, pero hablar de cada experiencia sería como malgastar esa energía de intimidad. Voy a hablar más abiertamente de temas como este cuando sienta que estoy viviendo una historia de verdad.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Con Abel Pintos, la revolución del folklore volvió a Olavarría
Está en el podio de los artistas más exitosos del país. Lo sabe, lo vivió en la noche del viernes en el 10º Festival Nacional de Doma y Folklore, y dijo estar feliz por eso; feliz de llegar a Olavarría una vez más, una plaza donde en los últimos años ha tocado con cierta frecuencia y que, a su entender, lo ha recibido siempre de la mejor manera. Sin embargo, para el escenario de este Festival fue la primera vez.
Explicó esas diferencias entre los conciertos de teatro y de festival: "Son públicos distintos, porque son contextos distintos. Seguramente haya muchas chicas y chicos que hayan venido por primera vez al Festival, para venir a ver un concierto mío, así como yo voy a tener la posibilidad de cantar frente a un público que es asiduo al Festival y no a un concierto mío. Eso es lo más interesante de esta carrera, poder enfrentarme a un público que no me conoce, aunque ya hayan pasado 15 años".
"Soy consciente de este crecimiento y creo que todo tiene un desarrollo progresivo en la vida. No podría haber pretendido nunca a los 14 años ser protagonista en una grilla de un Festival importante como Cosquín o como éste. Entonces de la misma manera en que Olavarría tuvo que recorrer 10 años para llegar a tener esta convocatoria que tiene hoy, también tuve que hacer lo mismo yo con mi música, y esto ojalá que siga siendo así de progresivo en el paso del tiempo", dijo el cantante.
Escuchar hablar a Abel Pintos siempre es interesante. Es que a pesar de no haber llegado a las tres décadas de vida, el bahiense tiene siempre algo para decir. Y lo hace con aplomo, con serenidad, dando esa imagen de las personas que saben lo que quieren, y que tienen exactamente claro cómo expresarlo.
Sobre la situación de la música popular folklórica en el país comentó: "Me parece que está bien instalado, que hay mucho público para el folklore, hay artistas muy convocantes, festivales muy importantes. Veo un interés muy grande de la juventud. Sin embargo creo que no tiene que pasar mucho tiempo más para que se genere algo como lo que se generó hace quince años conmigo o con Soledad. Creo que ya es tiempo de que se abran nuevos espacios".
Cómo fue encontrarse con esas canciones que nacieron algunas hace ya varios años que le hicieron volver a enamorarse de ellas fue una de las preguntas, a lo que contestó que "hicimos una nueva versión de todas las canciones para darle un carácter contemporáneo, no sólo al tiempo que vivimos, sino contemporáneas a mí también y a las cosas que yo siento. No es lo mismo para mi cantar "La llave" hoy que hace 7 años cuando la escribí, como para el público tampoco es lo mismo escucharla hoy que hace años atrás. De hecho en mi público hay muchos niños que ni siquiera habían nacido cuando salió la canción, entonces fue muy interesante el proceso de crear un nuevo carácter para cada una de las canciones y fue muy emotivo el reencuentro con cada una de las sensaciones que tuve cuando escribí las canciones y las que tengo cuando las canto".
Sobre "Cactus", la canción de Gustavo Cerati que grabó en "Sueño Dorado", dijo que "el público tomó la canción como una especie de estandarte o de transmitir a Gustavo y a toda su familia el amor que sentimos por él y el deseo de que esté cada día mejor. Eso me sorprendió realmente, porque yo grabé la canción como yo grabo siempre canciones de otros autores y me hizo muy feliz que así sea".
Abel hace tiempo dejó de ser el chico del interior que cantaba potente y prometía mucho. Su impronta sobre el escenario parece la de una estrella de rock. Las canciones, la energía arrolladora sobre el escenario, la forma de expresarlas, la potencia de su banda. Todo, absolutamente todo complota para que Pintos sea el dueño del folklore nacional.
Los tres meses de verano serán de una recorrida constante por los festivales. Hasta el 1 de abril, donde dejará de tocar en vivo para dedicarse de lleno a grabar su próximo disco.
domingo, 25 de noviembre de 2012
Abel Pintos brilló en una noche ecléctica
La noche del viernes fue ecléctica; tuvo desde expresiones regionales, con Claudio Bustos y Los 4 Ases, hasta pop y rock, de la mano de Abel Pintos, pasando por el humor de Fernando Rosa, y todo acompañado por un público fiel que celebró las distintas manifestaciones que pasaron por el escenario.
Comenzó puntual la velada, a las 19, con la actuación de la Orquesta Folclórica Municipal, que festejó sus 15 años de carrera. Los de Ramón Rolón, con Lito Dartois en batería y Juan ‘Pico’ Núñez en bandoneón, interpretaron El río vuelve, de Antonio Tarragó Ros, mientras los paraguas, cerrados, se amontonaban en las gradas de un anfiteatro colmado en un 30 por ciento.
Tras el paso de la pareja de baile conformada por Laura Chávez y Marcelo Espíndola, la banda Palo Borracho subió al escenario y sorprendió con una versión de La pesada, de Luis Salinas, sutil mezcla de chamamé con candombe.
“¿Vinieron por Abel Pintos, no?”, preguntó la animadora Belén Hernández, y arrancó el primer alarido del público en la noche, aunque no el último.
Luego, apareció sobre el escenario un muchacho solito, vistiendo una camiseta con motivos paraguayos y tereré en mano. Miró a la gente y dijo: “Gracias a cruzar en lancha, aprendí a navegar, y gracias a la Prefectura aprendí a nadar”.
Era Fernando Rosa, el actor misionero que encarnó el personaje de Rulo Espínola, ciudadano del vecino país que cataliza todos los estereotipos de las dos orillas exacerbados en clave humorística. Su monólogo fue interrumpido varias veces por carcajadas y aplausos. Tras la actuación, Rosa dijo que su creación es fruto de la observación y destacó el respeto que siente por el Paraguay: “No hay que tomar a Rulo como una ofensa al paraguayo, sino como una burla a nuestra relación entre países y cómo vamos construyendo ese vínculo día a día entre posadeños y encarnacenos”.
Con Los Vallejos volvió la música. El grupo dedicó su actuación a Mario Bofil y se despidió con Candombe para José, coreado por el anfiteatro que a esa hora ya estaba repleto.
Esa misma gente se emocionó con Leo Zarur, un cantante no vidente que actuó junto a Los Hermanos Britez. Zarur se animó a subir por la pasarela central al medio de las gradas y desde ahí deslumbró con una potente voz.
La noche del viernes también marcó el regreso de Claudio Bustos al anfiteatro, tras 15 años de ausencia. El cantante coronó la interpretación de Mi serenata con un grito: “Para vos, Fermín”, dijo, en referencia a Fermín Fierro, y también homenajeó a María Helena, la “novia de Posadas”.
Tras ese momento emotivo, subió al escenario la posadeña Sabina Belén, debutante en el Festival, que logró notoriedad tras pasar por programas de la TV nacional, como Talento Argentino. La joven fue como una bisagra sonora, porque después de cantar Si visitas Misiones, de un estilo más regional, adelantó material de su disco Caprichosa, con un ambiente más volcado al pop.
Otro de los valores jóvenes de la noche fue Fabián Meza, que comenzó su show con El viejo Sosa y se despidió cantando el clásico Misionero y Guaraní, con el público repitiendo una y otra vez “quiero en mi tumba una escritura en guaraní”.
Anahí Rolón coronó el aporte de la nueva generación en la segunda jornada del Festival. La joven, de 23 años, inició su performance con una sentida versión de Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez, acompañada por una banda muy sólida. “Siempre el anfiteatro tiene esa adrenalina extra, y esta vez fue increíble. Si bien nosotros proponemos otros sonidos y un repertorio diferente, creo que la gente lo recibió bien”, dijo Rolón luego de su actuación.
A esa altura, el público coreaba impasiente “Abel, Abel”, pero la noche tenía una perla más.
Fue el momento de volver a las raíces, cuando Rubén Luis ‘Rulo’ Grabovieski irrumpió en el escenario comandando los sonidos del legendario grupo Los 4 Ases para hacer bailar a todo el anfiteatro.
“Yo a veces no me doy cuenta de dónde estoy, ni lo que hago, simplemente me expreso con las ganas de que el público baile y se divierta. A veces me pongo del lado de ellos para ver qué quieren escuchar y, por eso, aunque las canciones puedan ser repetidas, las hacemos con el ánimo de levantar el espíritu”, dijo Rulo antes de comenzar a tocar.
Y después, la fiesta, con un Grabovieski muy activo que se paseó por el escenario mostrando un virtuosismo intacto, como si los años no pasaran para el grupo. Tras el show, y un poco más distendido ante la prensa, el músico contó el origen del nombre de Los 4 Ases.
Resulta que le llevó un parche del bombo de la batería a un artista, en plena chacra, para que le pintara “bien grande” el nombre del grupo, que por entonces se llamaba Los Ases de la Alegría. El tema era que la longitud de ese título excedía los límites del parche. Y, como los ases eran cuatro, se cambió el título de la banda. “Eso sí, el cuatro lo pintó en número y bien grande”, completó el legendario Rulo.
La revolución de Abel
A las 1.30 del sábado subió al escenario Abel Pintos e hizo temblar el anfiteatro con un show impecable y sin fisuras en el que repasó gran parte de su basto repertorio.
El set se inició con Revolución, tema que le dio nombre a su último disco en estudio, grabado en 2010.
“Siento una felicidad enorme y quiero agradecerles por considerar mi música para que forme parte de esta fiesta tan prestigiosa”, dijo Pintos con una voz casi intimista, que contrastó con la potencia desplegada a lo largo de la madrugada.
El cantante adelantó: “Van a escuchar canciones desde el alma”, y mientras los gritos de la platea femenina resonaban de cara al río Paraná, tomó una guitarra criolla para interpretar No me olvides.
Luego llegó el turno de Una flor y una cruz. Tras esa canción, Pintos se animó a colgarse un bajo para tocar Solo soy una canción, en la que sacó chapa de cantante completo, porque desplegó una gran variedad de recursos con su voz que deslumbró al público, sobre todo al momento de hacer un falcetes y llegar a notas muy agudas sin perder potencia.
Con pantalón ajustado y camisa celeste desprendida sobre una remera roja, Abel paseó y bailó por el escenario despertando alaridos de la platea femenina.
Después Pintos cantó Mi error, y retrotrajo a todos a 2005, tiempos del exitoso disco Reflejo Real.
“Gracias a todos los que viajaron muchos kilómetros para vivir esta fiesta”, afirmó Abel antes de arremeter con los acordes de Peregrino.
La noche siguió con un éxito tras otro, coreado por un anfiteatro repleto. Pintos se dio el gusto, incluso, de presentar versiones nuevas de sus canciones más clásicas, registradas en el disco en vivo Sueño dorado, grabado en Tucumán y lanzado este año en formato CD y DVD.
Con la guitarra colgada, Abel comenzó a balbucear la introducción de otra canción hasta que se escuchó una voz femenina que dijo: “Aprendan, hombres”, la ocurrencia hizo reír al propio músico, tanto, que debió interrumpir sus acordes por un momento. Ya repuesto, Pintos arremetió con uno de sus grandes hits de los últimos tiempos, Por una gota de tu vos.
Tras una hora y media de show, con un sonido muy potente, Abel Pintos terminó su presentación en el Festival del Litoral de Posadas interpretando nuevamente el tema Revolución. La performance del músico fue coronada con un espectáculo de fuegos artificiales que marcó el fin de la segunda noche de uno de los eventos culturales más esperados del año.
Al cierre de la edición de ayer comenzaba la tercera jornada en la que se esperaba, como plato fuerte, la presentación del legendario Ramón Ayala.
Hoy, en tanto, será el cierre del Festival Nacional de la Música del Litoral con los shows de Jorge Fiorio, Joselo Schuap y el virtuosismo del guitarrista Ángel ‘Pato’ Gracía.
Además, pasarán por el anfiteatro Soledad Pastorutti y la despedida correrá por cuenta de Los de Inmaguaré.
martes, 20 de noviembre de 2012
Declararon a Abel Pintos "huésped de honor"
En el acto, el secretario de Turismo municipal, Fabián Szewczuk, destacó la presencia de este joven exponente de la música folklórica y mencionó que “es un honor tener a Abel Pintos en nuestra ciudad”. “Difícil es agregar algo acerca de él, que ya no esté expresado en su música y en su arte”, dijo.
“Y, sobre todo, con esta bajada a los sectores populares. Simplemente y nuevamente la bienvenida y decir que es un honor realmente tenerte aquí”, añadió el funcionario.
El flamante huésped de honor de la ciudad, visiblemente emocionado, resaltó que “tengo muchos motivos por los cuales sentirme agradecido con todos ustedes”.
“La primera vez que vine a Bariloche tenía catorce años y, de aquella vez, hasta el día de hoy, todos han sido muy amables y generosos al recibirme. Sobre todo porque la relación de la cual hoy disfruto con el público de Bariloche ha crecido de una forma paulatina; como yo también fui creciendo”, indcó.
“Pienso que una de las cosas más importante en mi música es la oportunidad de poder compartir con el público las cosas que me suceden. La música no es otra cosa para mí que canalizar mis emociones y mis experiencias. Entonces, tener la oportunidad de compartir eso, me hace inmensamente feliz”, expresó.
Abel Pintos se presentó este lunes por la noche en el teatro La Baita y también lo hará hoy, en lo que será su segunda función con localidades totalmente agotadas, presentando su último disco titulado “Sueño Dorado”.
Estuvieron presentes Szewczuk; la presidenta del Concejo Deliberante, María Eugenia Martini y la directora del teatro La Baita, Paula Fenoglio.
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