Todo comenzó en el almuerzo en el teatro del pueblo para homenajear a Raúl Lavié. Abel, el mozo de 13 años, asomaba entre las bandejas. “Él es el cantorcito de Bahía”, señalaron los presentes. “Muy chiquito, muy flaquito. No creo”, bromeó Lavié y el niño fue corriendo a buscar su demo. “Ya cantaba en shows y mi viejo me llevaba en un Di Tella 1.500 que se arrancaba a manija”, recuerda Pintos con una carcajada.
Días después firmaba un contrato con Sony, y le pidieron a León Gieco la producción del disco. León aceptó, lo invitó a Cosquín, y luego lo llevó de gira. “Yo fui al festival pensando: voy, canto y vuelvo; y volví a los seis meses, porque de ahí salí a recorrer el país”, se enorgullece el cantante.
Noticias: ¿Cómo vivió ese éxito, a los 13 años?
Abel Pintos: Me divertía mucho. No estoy seguro de haberlo disfrutado, porque creo que para disfrutar algo hay que comprenderlo y hacerlo parte tuyo. Yo era muy niño y pensaba con la misma intensidad en subirme a un escenario, jugar al fútbol o a la escondida. Hoy, en cambio, entiendo cúal es el momento de disfrutar y de descansar para vivir a pleno.
Noticias: ¿La responsabilidad de transitar escenarios le quitó parte de su infancia?
Pintos: No, no siento haber perdido nada, porque no conozco otra vida que no sea esta. Fui un niño fuera de la música y dentro de la música. Y como nunca fui un adolescente de boliches, no dejé de hacer nada por la música.
Noticias: ¿En 15 años de carrera discográfica atravesó alguna crisis?
Pintos: Sí, empecé como solista en Bahía a los 11 años, grabé un casete y vendimos 3.000 copias en un año, era muchísimo. Ahí le dije a mi papá que quería parar un tiempo, porque había empezado a cantar todos los fines de semana en festivales y peñas, había cosas que ya no podía hacer tanto, como jugar a la pelota. Paré seis meses pero extrañaba más los escenarios que el potrero, entonces le dije: bueno, comencemos de nuevo.
Noticias: ¿Cómo nace su amor por la música?
Pintos: Mi papá en sus años de soltería tenía grupos, pero no se dedicó más. El amor por la música se me despertó por Mercedes Sosa. Un día fui a una disquería, tendría 5 años, sonaba un disco de Mercedes y le dije a mi papá que quería el casete de la señora que cantaba. La escuchaba y siempre terminaba en el llanto. Cuando entendí lo que era llorar por emoción, dije: yo quiero hacer esto.
Noticias: En el 2007 con el disco “La llave” estalló la popularidad, ¿cómo repercutió en su cotidianeidad?
Pintos: El disco marcó un quiebre en mi carrera, pero lo fui viviendo gradualmente, y eso me hace muy feliz. Este es un momento muy armónico, estoy muy curtido por las giras, tengo muchas experiencias vividas, soy muy popular, pero estoy en franco crecimiento y tengo mucho por aprender. Es genial, no dejo de sorprenderme con las cosas, pero tampoco me marean.
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