En un Teatro Opera colmado por 2.500 personas, y que a lo largo de siete presentaciones lo verán 17.500 espectadores, Pintos desplegó todo su arte y confirmó una vez más su notable crecimiento y el hecho de que en la actualidad es el cantante folclórico más convocante del país.
"Cuando uno sueña puede cambiar su vida y puede influir positivamente en otra persona", señaló en parte de la noche el joven de 27 años, nacido en Bahía Blanca.
Vestido de manera sencilla con un pantalón beige, camisa azul y un saco del mismo color, Pintos mostró una vez más que su música es renovable, pero al mismo tiempo adaptable a diferentes estilos y versiones.
Con una banda liderada por su hermano Ariel, en guitarra y coros, Marcelo Predacino, en guitarras, charango y coros, Facundo Guevara, en percusión, y Juan Blas Caballero en la dirección musical, bajo y samplers, Pintos entregó un show armonioso, coordinado y por sobre todo emocionante.
La gira de "Sueño dorado" comenzó en Rosario y al mismo tiempo que presenta este disco -grabado en la Ciudad Sagrada de los Indios Quilmes, en Tucumán- realiza presentaciones de "Reevolución" su trabajo anterior y que lo catapultó a nuevos públicos.
En el Teatro Opera, como si fuera una transformación de los años de carrera, se percibieron imágenes del crecimiento de Pintos en su faz artística y la platea no solo estaba conformada por mujeres sino por hombres, pero que lejos estuvieron de ser meros acompañantes, dado que cantaron las canciones a la par de sus parejas.
A poco de salir a la venta "Sueño dorado" fue disco de Oro y Platino, confirmando su buen momento artístico, algo que Pintos fue elaborando con trabajo y con la toma de riesgos, para poder llevar su carrera hacia lugares que el folclore no había explorado.
La noche inicial en la calle Corrientes tuvo picos de emoción en interpretaciones como "Cactus", la hermosa versión que hizo del tema compuesto por Gustavo Cerati, pero también recibió una ovación con "No me olvides".
Para los bises, luego de casi una hora y media en donde Pintos evidenció su soltura escénica y hasta se permitió pasos de comedia con la complicidad de su hermano Ariel y el público.
Sin embargo el corolario de una noche signada por la emoción fue cuando en el primer bis interpretó "El Antigal", con prólogo en off de Tom Lupo, y sobre los versos de Daniel Toro, Pintos entregó una excelente versión casi a capela que recibió el respetuoso aplauso del público, de pie y durante cinco minutos, lo que sorprendió a Pintos, ya que su cara reflejó una mezcla de incredulidad y agradecimiento.
Versiones de temas como "Zamba para olvidarte", "Todo está en vos", "Flores en el río", "Ofrezco", "Sin principio ni final" y "La Llave, canción que va camino a converitrse un "himno" de la música popular, hicieron que el público no quisiera terminar una noche que fue más que un recital.
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